El entierro de la sardina

El entierro de la Sardina es un hecho que pone fin a las fiestas de Carnaval.

Se celebra el Miércoles de Ceniza, día en que es tradición enterrar el rey Carnestoltes.

Es el fin del desenfreno y el jolgorio y el momento de entrar en tiempo de Cuaresma o, lo que es lo mismo, tiempo de abstinencia y de penitencia.

Se llama "entierro de la sardina", partiendo de la base que enterrar es una forma de olvidar, despedirse, perder, se habla de dos hipótesis:

"Sardina" era una forma coloquial de llamar el espinazo o la osamenta del cerdo, que tradicionalmente se enterraba justo antes de empezar la cuaresma para simbolizar que se entraba en un período de privaciones y abstinencias que, por otra parte, en aquella época era muy riguroso y respetado para la sociedad.

La otra hipótesis es que el término es importado por el gremio de zapateros de Madrid para allá en el siglo XVI.

Se dice que cada día acostumbraban a hacer una pequeña pausa para allá a las 11h de la mañana para poder comer algo que les llenara el estómago hasta la hora de comer; por sólo un cuarto ', una cocinera les servía una rebanada de pan tostado con una sardina y un vasito de vino.

Cuando ya se acercaban los tiempos de cuaresma, incluso la rigurosa abstinencia los privaba de esta sardina.

Fue entonces que comenzaron el ritual simbólico de enterrarla cerca del Manzanares, rociándola con vino de Valdepeñas.

En una bota ponían una carota, de la boca de la que salía la sardina y, después de enterrarla, hacían una merienda bebiendo el vino de la bota.

Así doy digamos adiós al desenfreno y el jolgorio y entramos en tiempo de Cuaresma.